Por: José Efraín Caballero Sevilla
FACTOR ENTRE DOS
Continúa el llamado a cuentas de integrantes de la enorme red de corrupción en administraciones sexenales anteriores, que formaban parte del sistema de seguridad pública federal. Con la detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda, de parte de la Agencia Antidrogas de E.U. (DEA) se iniciarán investigaciones, que aparentemente tienen que ver con el caso de Genaro García Luna y el de Joaquín el “Chapo” Guzmán.
Esta detención, se da posterior a la reunión a inicios de octubre, entre Timothy Shea, director de la DEA y el Fiscal General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero en territorio nacional.
El Fiscal General de nuestro país, habría “palomeado” y coadyuvado el llamado a cuentas del militar, y hace ver que la coordinación entre ambos gobiernos, el de México y E. U. va orientada a presentar ante la justicia, a altos ex funcionarios que están presuntamente involucrados en delitos que atañen a las 2 naciones.
No existen antecedentes, de personajes que cuenten con el nivel jerárquico de estos quienes han sido requeridos por la justicia norteamericana, y una posible respuesta a esta dinámica, es por un pacto de impunidad que se daba entre un sexenio y otro, y la protección de las nuevas autoridades hacia sus antecesores, que contaba hasta con carácter de institucional.
Una evidencia clara, es que existía una tradición que databa desde hace 20 años, en la que el Secretario de la Defensa saliente, presentaba una terna de candidatos para ocupar la vacante que dejaría, recomendando al entrante presidente de la república, a quien designar, siendo este de todas sus confianzas.
Así, se aseguraba un retiro de terciopelo, donde no se le fuera a molestar por presuntos malos ejercicios en su función, a quien había llevado a cuestas la responsabilidad de comandar a las fuerzas armadas, subordinado solamente al comandante supremo que es el presidente de la república.
Dicha práctica, de presentar recomendados al próximo presidente, dio inicio al final del periodo de Ernesto Zedillo Ponce de León, cuando el General Enrique Cervantes Aguirre, ante el cambio de transición, presentó una terna al recién designado Presidente Vicente Fox.
Una situación semejante, fue el nombramiento de Genaro García Luna, quien era coordinador de Inteligencia de la Policía Federal de la Secretaría de Gobernación de 1998 a 2000, en el sexenio de Ernesto Zedillo; a quien posteriormente se le ascendió en la nueva administración, desempeñándose en el gobierno de Fox como jefe de la AFI del año 2000 hasta el 2006.
Es en este periodo presidencial actual, donde se rompe ese viejo paradigma, ya que el Presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, desoye las recomendaciones emitidas por el General Cienfuegos y un grupo de Generales de elite, quienes estuvieron muy molestos por la designación del General Luis Cresencio Sandoval González, quien comandaba la cuarta región militar, que abarca Nuevo León y Tamaulipas, y no pertenecía a ese grupo político militar.
Cabe señalar, que previo a la designación de Cresencio Sandoval, ya habían logrado “descarrilar” el intento de nombramiento del General Audomaro Martínez Zapata, quien tampoco era del gusto de altos militares, y era a quien López Obrador deseaba inicialmente poner al frente de SEDENA, y por una cuestión administrativa, quedó imposibilitado para ocupar dicho cargo.
El General Cienfuegos es acusado por la Fiscalía de E.U. por tres delitos de narcotráfico y uno de lavado de dinero. Será presentado en la misma corte de Nueva York donde fue juzgado “El Chapo” Guzmán, y está en trámite la investigación de García Luna, lo que manifiesta una posible vinculación y secuela de los mismos actos jurídicos.
El saneamiento de las instituciones de seguridad, y el llevarles a rendir cuentas ante la justicia a presuntos responsables de actos de corrupción; es una acción que se está dando de parte del gobierno federal actual, coadyuvando con las autoridades del vecino país del norte.
Todo apunta, a que vendría una investigación hacia los jefes inmediatos superiores de los involucrados, que ya sabrá usted quienes son y que no hace falta ni mencionarlos.
Querido lector, tenga un excelente día nos leemos la próxima.
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