Por Alberto Guerra Salazar
CRONICAS POLITICAS
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Donde menos se esperaba, saltó la liebre. Todo era miel sobre hojuelas, cuando de repente surgió el conflicto entre el sindicato de profesores y el gobierno del Estado, por cuestiones laborales.
Pero hay que aclarar una cosa. El contrato colectivo de trabajo del magisterio se revisa en el mes de mayo de cada año y el actual está vigente. Es decir, la suspensión de clases escolares no se debe a este motivo, sino a otras circunstancias.
La virtual huelga de los docentes no tiene precedente en la vida moderna de Tamaulipas. El gobierno de Cavazos Lerma tuvo severas fricciones con el sindicato magisterial, en aquel entonces, también manejado como ahora, por Arnulfo Rodríguez Treviño.
De hecho, hubo en ese tiempo una suspensión de clases que duró varios días.
De entrada, Arnulfo planteó al Gobernador Américo Villarreal Anaya un ultimátum con ribetes de desafío, porque lo emplazó a destituir a la Secretaria estatal de Educación, para empezar las negociaciones.
Fue una apuesta muy osada de parte del sindicalista, pues el mandatario estatal enviaría a la sociedad una señal de debilidad si se sometía a ese dictado, pero por el otro lado, aparecería como intransigente si se obstinaba en sostener en el cargo a la funcionaria solo por hacer respetar el principio de autoridad.
Cerrar las escuelas es una afrenta que también alcanza a los padres de familia pues les estorba su ritmo cotidiano de actividades pues supone la obligación de quedarse en casa para atender a los chamacos.
Pero además, interrumpir las clases rompe el ritmo de la impartición de la enseñanza y después batallan los maestros y los alumnos, para recuperar el tiempo perdido y deben sacrificar algunas asignaturas.
Lo mejor que pueden hacer sindicalistas y gobernantes, es sentarse a negociar para llegar a alguna forma de arreglo que no lastime el sistema de aprendizaje. Alguien debe hacer concesiones, aflojar la cuerda, ceder, concertar.
El propio Américo y también Lucía Aimé Castillo Pastor han declarado a la prensa, por separado, que están atendiendo las demandas de los profesores, porque son los principales interesados en que se mantenga la unidad, dicen.
En temas escabrosos, Santiago Nieto Castillo, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, emitió un mensaje en redes sociales para terminar de liquidar la maniobra de Cabeza de Vaca donde el ex mandatario trata de aparecer como una blanca palomita.
Nieto aclara que está vigente la orden de aprehensión contra el panista nativo de Reynosa y echa abajo la patraña de que es un perseguido político.
En Nuevo Laredo, el gobierno de Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal anunció que hará un gasto de 13 millones de pesos en la modernización de vialidades, utilizando el recurso obtenido del programa de regularización de vehículos de procedencia extranjera.
Explicó la joven edil que el proyecto de pavimentación se revisa y analiza en la Ciudad de México, para merecer la aprobación pues en muchos de los casos se trata de repavimentación con material hidráulico.
En menor medida, el proyecto de modernización de calles contempla el uso de carpeta asfáltica, más barata pero con vida útil más corta.
También se confirmó que Carmen Lilia rendirá su II informe anual de actividades, el martes 12 de noviembre, en el Centro Cultural, a las 12:00 horas, donde informará de una inversión histórica en obra pública.
En Matamoros, el presidente municipal Mario Alberto López Hernández puso en marcha la construcción de un segundo palacio municipal donde se atenderá a las personas que viven alejadas del primer cuadro de la ciudad.
Se invertirán 140 millones de pesos en el nuevo recinto oficial que constará de cuatro niveles y estará ubicado en la avenida Pedro Cárdenas, entre Solidaridad y Longoria. Contará con oficinas administrativas y cajas de la tesorería donde se podrán pagar impuestos, especialmente el predial.
La primera etapa de la magna obra estará concluida en marzo de 2024 con un gasto de 20 millones de pesos.
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