Se lamentan algunos, no todos, las victimas del colesterol lo festinan, la escasez no es ficticia y se veía venir. Pero como siempre sucede, hay que sacar provecho político a las inconveniencias fortuitas.
Las redes sociales manejan la agenda y en ese sentido se mueven las fichas, fichas rojas que no existen y fichas blancas percudidas.
No es necesario indagar, cuando se aceptan las verdades contundentes que los titulares nos dan.
Repsol, la petrolera española descubre yacimientos enormes en el Golfo de México y Lipe nos llena de alegría en el marco de su último informe. La gente lo cree, aunque la nota haya sido del 2008 firmada por Reuters.
Por Tamaulipas deambulan los nuevos ricos del sexenio, algunos lo gritan con emoción, otros con ingenua esperanza, creen que los veneros profundos les van a manchar las uñas.
Mientras los amigos se esconden, por vergüenza o cobardía y pocos entienden lo que es una andanada mediática y se creen todo lo que les dan masticado.
Las venganzas más sangrientas son las de tipo emocional. Cuando el amor está en juego, las puñaladas son profundas y repetitivas porque es muy común que el amor se transforme en odio.
En los tiempos modernos de avances tecnológicos superiores, hay «Teachers» que no saben buscar por internet a los que se les han perdido, porque es muy difícil teclear una serie de palabras escritas en inglés: www.interpol.int/es/Wanted-Persons
No los culpo, las fobias personales al servicio del ambiente del informe deben ser muy lucrativas. En cualquier sentido, aunque, al paso de los años, se corra el riesgo de que los irreverentes de Moltov le compongan un estribillo: «Que no te haga bobo, Jacobo……»
El cerebro dormido, pasarán seis años sin ver la verdad, porque están urgidos de poder demostrar, que el que a hierro mata a hierro muere. De que tamaño fue la ofensa, tal vez nunca lo sabremos.
La lealtad perdida me comentó Manlio, hay que escribir sobre eso. Pero como se puede hablar de lo que ya no existe?
La corta memoria hace que tome conciencia de lo que me dice Mirtala: «……en algunas épocas te sobran amigos, pero ya sabemos que en realidad solo son compañeros de viaje en esa parte del camino».
No todo lo que me dicen lo creo, la mayor parte lo investigo, pero algo si es contundente, desde que se fue Don Alejo: SE ACABARON LOS HUEVOS.