POR MARIO ALBERTO LONGORIA GOMEZ
EN SINTESIS
“Confiemos en que todos los mexicanos, aleccionados por la prolongada y dolorosa experiencia de las comunidades de la guerra, cooperaremos en el bienestar y la prosperidad de la nación que sólo pueden conseguirse con un inviolable respeto a las leyes, y con la obediencia a las autoridades elegidas por el pueblo”. Benito Pablo Juárez García.
Efectivamente el Benemérito de las Américas, el Presidente Juárez, pronunció estas palabras y muchas más. Es curioso como siempre, al mencionar a Benito Juárez, lo primero que se viene a nuestras mentes es “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Así es, pero como Presidente de la Republica, y anteriormente como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la nación, Juárez había acuñado frases y pensamientos importantes.
En lo personal, desde joven, en mis participaciones en concursos de Oratoria desde la época de secundaria, me ha tocado preparar discursos alusivos a Don Benito Juárez, en tratándose de la participación en el concurso Sentimiento Juarista, certamen, del que muchos recordamos ya que fue toda una Tradición en Tamaulipas y tuvo su origen y creación en la ciudad de Rio Bravo, Tamaulipas.
Ahora bien, los comentarios que presento, van en el sentido de que, con mucho orgullo, debemos decirlo como mexicanos, como tamaulipecos y como riobravenses, que contamos con leyes en el país que dan vida al andamiaje jurídico, pero sobre todo viabilidad a las instituciones, me refiero a nuestra ley suprema a la carta magna, a la Constitución política de los estados unidos mexicanos.
Importante saber, que, desde el surgimiento del México independiente, se gestaron documentos legales como la Constitución de Apatzingán de 1814, los sentimientos de la nación de José María Morelos y Pavón de 1821, la constitución centralista de 1836, la Constitución liberal de 1857, y la que tienen pleno vigor: la constitución de 1917, cristalizada después de un movimiento armado y que puso fin a las pugnas entre grupos de mexicanos.
Nuestra Constitución política, como lo señale, la de 1917, viene a consolidar el derecho a la educación, el derecho al trabajo y a la propiedad. En los artículos 3, 27 y 123.
Cuenta con la parte dogmática y la parte orgánica, la primera se refiere a los artículos 1 al 29 incluso el 31 fracción IV, y son todos aquellos derechos que cuando se ejercen se convierten en garantías individuales. La parte orgánica que son los restantes artículos y se refieran al funcionamiento del poder ejecutivo, legislativo y judicial.
En la doctrina constitucional, Maestros de la talla de Burgoa Orihuela, Tena Ramírez, Serra Rojas y muchos más jurisconsultos que dejaron plasmadas sus ideas en los libros de textos, publicados por editorial Porrúa y que han sido básicos para todos quienes pasamos por las aulas del derecho, se refiere las superestructura constitucional, y mencionan los artículos 39, 40, 124, 133, 135, 136 de la constitución y es el andamiaje constitucional y que le da sustento viabilidad al estado de Derecho y a las instituciones.
La forma de Gobierno, la democracia, la jerarquía constitucional, es decir la pirámide Kelseniania de la supremacía de la ley, la forma de hacer las leyes y el estricto proceso legislativo, así como la inviolabilidad de la constitución y el no derecho a la revolución, son artículos que permiten que transitemos a una nación libre, generosa, independiente y con una mezcla de matices entre el norte y el sur, entre las 32 entidades federativas que le dan vida nuestro país, con un federalismo renovado, en un actuar republicano, bajo los principios laicos sin poder de vita nuestra tradición democrática.
A más de 100 años de aquel 5 de febrero de 1917, donde se reunió el Constituyente para darle vida jurídica al México social, producto de la revolución mexicana, con orgullo debemos reconocer los esfuerzos de los juristas que enmarcaron este importante documento y el recuerdo de las personas que han dado su vida por la patria, en la creación de leyes y en las diferentes etapas de las luchas armadas en nuestro querido México.