México siempre fiel… esa frase trasciende a través de los años, El Papa JUAN PABLO II la pronunció en nuestro país y se quedó para siempre, pasa el tiempo y la imagen de KAROL JOZEF WOJTYLA esta presente en el pueblo mexicano porque la gran mayoría somos católicos.
La visitas de JUAN PABLO II a nuestro país eran muy esperadas, católicos y no católicos conocían con anticipación la agenta de Su Santidad y se congregaban en los espacios que visitaría para verle aunque fuera de lejos, era tal el fenómeno de su llegada que atreves de los medios de comunicación se seguían paso a paso sus recorridos y la gente que sólo tenia oportunidad de seguirlo atraves de la radio o la televisión lo hacia con emoción infinita.
Eran tiempos de tranquilidad donde incluso El Papa tenia la libertad de viajar en un automóvil descubierto, aunque después de un atentado lo hacia desde los cristales de su papamóvil, saludaba a la gente que salía libremente a las calles para acompañarle en sus recorridos sin temor alguno.
Los tiempos han cambiado, México ya no es el mismo, el espíritu de su gente esta quebrantado, igual ve que los despliegues de seguridad para la visita de BENEDICTO son tan impresionantes como lo fueron para JUAN PABLO II pero en aquellos días la gente pasaba por alto ese detalle, lo importante era ver al Papa.
Es verdad, en aquellos años tampoco nadie decía nada por los recursos destinados a la visita del pontífice, quien sabe si se podían tomar como excesivos pero tenga la seguridad que eran suficientes para alimentar a millones de familias de escasos recursos, aunque en ese tiempo la gente prefería malcomer un día con tal de tener la oportunidad de recibir la bendición del hombre, dicen ellos, más cercano a Dios, y se conformaban aunque fuera por televisión.
Le decía, los tiempos han cambiado, ahora con la visita de BENEDICTO XVI se escucharon muchas voces, unas aprobando la acción y otras casi satanizando el hecho, diciendo que los gastos de la visita son escandalosos, no falta quienes dijeran que se trata de una acción política, y quizá tengan algo de razón, y el escándalo es mayor, pero entonces a eso le apostaron también los ex mandatarios que trajeron a JUAN PABLO II, pero le repito, los tiempos son diferentes.
Por eso el escándalo por la cifra monetaria que se gastara en la visita de El Papa y los impresionantes despliegues de seguridad son más llamativos.
Dice la gente que cualquier presidentillo municipal anda rodeado de escoltas que le cuestan al pueblo, desde los vehículos, combustible, alimentación, hospedaje y sueldos por toda la administración (no sólo tres días como con El Papa) y lo peor sólo para seguridad del munícipe mientras la ciudadanía esta en completa indefensión, y luego se preguntan por qué no se debería proteger la integridad de la máxima autoridad católica.
Alrededor de 126.5 millones de pesos puede ser mucho dinero gastado en una visita papal, más los 13 mil elementos de seguridad a su alrededor y el Estado Mayor Presidencial, más cuando el pueblo se siente inseguro y tiene hambre, pero también es verdad que alimentar y reconfortar el alma es el aliciente más poderoso, más en estos tiempos en que no se encuentra paz y tranquilidad más que en la fe.
También es verdad que 126.5 millones no son nada si se compara con lo que se gasta en informes de gobiernos municipales, estatales, o federales, donde las cantidades asilan desde los 25 hasta los 100 millones de pesos, por ejemplo, tan sólo en municipios como Reynosa se han gastado hasta 100 millones en publicidad, logística, documentales, traslado, alimentación, hospedaje y atención de invitados especiales, más los festejos y hasta los atuendos del munícipe y su esposa, sino que se lo pregunten a MARIA ESTHER CAMARGO DE LUEBERT.
Cierto es que en esta visita de El Papa se gastaran muchos millones de pesos, pero igual se gastaron en otros tiempos, recordemos que hasta el presidente en turno entregaba al SANTO PADRE regalos muy costosos a nombre de los mexicanos, también es verdad que con BENEDICTO o JUAN PABLO la gente que tiene la oportunidad de estar cerca de ellos es la clase política de primer nivel y los dinerosos, el pueblo como siempre ve desde gayola, pero aun así, siente en su pecho la emoción de ver al máximo representante de la iglesia católica.
México hoy más que nunca necesita de fe, de paz espiritual, de reconfortar el alma, ojala la visita de El Papa BENEDICTO sirva de algo, cierto la gente ha perdido la confianza y ningún hombre por más representante que sea de DIOS podrá calmar el dolor que hoy sufren miles de mexicanos, pero siempre será bueno creer.
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