El tornillo

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Alejandro de Anda

CLAROSCURO

LO CLARO. La mejor universidad no es la que tiene el campus más caro o el mejor equipo deportivo.

Es la que mantiene un estrecho vínculo con su sociedad. Más allá de ser empática, debe mantenerse envuelta en el engranaje del desarrollo que le permita a su comunidad avanzar por encima de los estándares del bienestar.

Lo comparte la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

En la gira rectoral por el sur de Tamaulipas, la apertura de la Máxima Casa de Estudios sumada a la puesta en marcha del Comité Técnico que aglutina a sociedad empresarial, academia y gobierno, suman voluntades para imprimirle paso veloz al crecimiento de la región económica líder en comercio mundial, con las amenidades que le promueve la estratégica posición costera.

Será para bien de la Universidad y mejor aún para su sociedad.

LO CLAROSCURO. En todos los ámbitos económicos del planeta es familiar la historia de aquél personaje contratado para hacer andar una enorme máquina, con una factura de cobro de 10,000 dólares. La especificación en factura citaba “1 dólar de gis, 9,999 saber dónde apretar”.

La anécdota tiene personajes de carne y hueso. El ‘pagador’ era el propietario de la poderosa industria automotriz Henry Ford.

El personaje ‘cobrador’, el ingeniero Charles Proteus Steinmetz.

El relato es muy sencillo. Un generador eléctrico gigante estaba detenido por una desconocida falla para el cuerpo de ingenieros del conglomerado automotriz; lo que ocasionaba el paro de actividades y en consecuencia la millonaria pérdida para la compañía al dejar de producir los afamados vehículos.

El mismo Ford hacía la contratación del matemático e ingeniero eléctrico alemán para garantizar su compromiso con la compostura del equipo.

Aquél llegó a la planta y como herramienta utilizó una libreta, un bolígrafo y un catre.

Dos días de observación y análisis, cálculos y medidas ‘a oídas’. Pasadas las 48 horas hizo traer a los escépticos ingenieros de la planta; subió por una dificultosa escalera al generador y rayó con tiza (gis) una marca en una específica área del monstruo dormido.

(sic) “Quiten la tapa y retiren 16 vueltas del cable de cobre de la bobina central”.

Incrédulos dieron pauta al cometido y con el asombro reflejado en sus rostros, el gigante generador comenzó su imparable marcha.

Ya comentamos el contenido de la especificación de la factura, tras la irónica pregunta de Ford a Steinmetz “Reconozco su genial trabajo; pero, con todo respeto ¿podría concederme la razón de su elevado cobro? considerando el poco esfuerzo o refacciones utilizadas” no hubo ningún reclamo a la lectura detallada de la factura del matemático alemán.

La anécdota que ha servido en las aulas a miles de profesores, también aplica en la vida.

Hoy enfrentamos un proceso eleccionario en México de cara a lo que significará el futuro de nuestras familias. No de seis años, sino del proyecto de nación que regirá a una generación de al menos veinte años hacia adelante.

Esperamos –elevando nuestros mejores pensamientos- que aquellos que aspiran a gobernar el país (hombre o mujer) no importa el costo que el pueblo mexicano paguemos como empleadores (ya estamos acostumbrados a pagar burocracia muy cara); el verdadero anhelo es que sea una persona con las habilidades y capacidades suficientes para escuchar y saber atender los problemas que demandan atención y el desarrollo de nuestra nación no se detenga.

Aplica perfectamente para todos los extractos de la política y todos los puestos de elección que se encuentran en disputa.

Un alcalde, un senador, un gobernador, un diputado que tenga la preparación y el talento para abonar al progreso de su entorno.

El voto de confianza será nuestro pago…

COLOFÓN: No ha resultado en un ‘desestimulante’ el sueldo presidencial tasado en la presente estimación…

Hay más tiradores a los puestos públicos ¡que ciudadanos! Algo tiene la política.

Esperemos que lleguen los mejores. Los que sepan qué tornillo apretar.

alejandrodeanda@hotmail.com

@deandaalejandro