En tiempos electorales se escucha frecuentemente que hay “guerra sucia” haciendo alusión a las tretas que utilizan propios y extraños para desprestigiarse en el afán de ganar una elección.
No se entiende el por qué el termino de guerra sucia, pero demasiado comprensible es que solo se utilice entre los políticos porque en ese terreno (bueno, ni en ningún otro) nunca se ha sabido que existan guerras limpias, todas son desastres, destrucción, muerte, van dejando a su paso el tiradero de honras, sentimientos, cuerpos, ilusiones, esperanzas.
¿Cómo seria la guerra limpia?, no existe, a menos que unos vayan lavando a su paso la sangre derramada, recogiendo el tiradero, limpiando conciencias para que los orquestadores de las mismas al final se presenten inmaculados, ¿o cómo?, la verdad es que políticas o no, no existen guerras blancas o limpias, absolutamente todas son sucias y destructivas porque así como se quejan los políticos de todos los colores por esas practicas, también el pueblo puede acusarlos de lo mismo, de su sucio actuar en contra del más necesitado y de los recursos del pueblo.
Todos los políticos en su afán de ganar elecciones, y de paso el poder y la gloria, hacen de todo, comienzan tirando la piedra y escondiendo la mano esperando que al caer la roca tenga tal resonancia que pueda ayudarles a conseguir sus objetivos, además de matar o descalabrar políticamente a su adversario.
Lo peor es que entre todos los políticos, de todos los colores, no hay uno que este libre de culpa, no existe quien pueda tirar la piedra y dejar la mano en alto sin tratar de esconder sus culpas.
Ahora mismo vimos el escándalo que se genero a nivel nacional por la publicación donde se cita a tres ex gobernadores tamaulipecos en una supuesta alerta migratoria, donde se les impide salir del país tanto a ellos como a sus familiares, algo que huele a un invento de alguien tratando de hacer negocio, levantar el rating o pagar un favor porque ayer declararon autoridades de varios aeropuertos que no existe tal documento en sus archivos.
En todo esto lo que sobran son los supuestos de quienes fueron y los motivos que originaron el ruido mediático, porque hasta hoy es solo eso, fuentes de la PJR aseguran no haber solicitado tal información, lo malo es que unos y otros se fueran con la inercia y aprovecharan la situación para tirar culpas sin cerciorarse primero del estado que guardan de las cosas.
Lo que si es verdad es que las autoridades correspondientes tienen la obligación de dar una explicación si es verdad que se filtro un documento de esa envergadura, con acusaciones tan serias, o de lo contrario exigir una aclaración a quienes se atrevieron a sacar a la luz publica sin autorización tal información y se castigue por los delitos que les resulte, y como seguramente los implicados no querrán ir solos al escrutinio popular y enfrentar las consecuencias aparecerá el verdadero objetivo o el culpable del escándalo.
Por lo pronto los nombres de MANUEL CAVAZOS LERMA, EUGENIO HERNANDEZ y TOMAS YARRINGTON han recorrido el país, y más allá, ríos de tinta se han vertido para su deshonra, las redes sociales daban como verdaderos los acontecimientos.
TOMAS no salido a dar su versión, quizá lo crea innecesario, EUGENIO lo hiso a través de comunicado desde el Distrito Federal donde dice que se entero por la prensa de la supuesta advertencia, mientras que CAVAZOS raudo y veloz cito a rueda de prensa exprés para exponer sus aclaraciones, dijo que el que nada debe nada teme, y cierra sus explicaciones para no especular sobre las especulaciones, según aclara.
Tiene razón el ex mandatario, ahora aspirante al senado, quien se encuentre libre de toda culpa puede pedir las aclaraciones correspondientes a quienes les haya involucrar en cuestiones tan delicadas como las que les imputan.
CAVAZOS LERMA asegura que todo se trata de una guerra sucia de cara al proceso electoral que esta en puerta, que los adversarios políticos le quieren perjudicar seriamente, acusa al gobierno federal de hacer uso de las instituciones para fines electorales, niega que se trate de algún resentido de su mismo partido.
El aspirante al senado dice que no cree que se trate de un fuego amigo, tiene toda la razón, más bien se trata de un enemigo, en política los amigos se convierten en enemigos de acuerdo a los intereses y conveniencias.
También asegura CAVAZOS que los priístas no tienen acceso a los informes confidenciales de la Procuraduría General de la República, aunque la verdad es que esa delicada situación tiene muchas aristas y en todas se debe poner atención, sin cerrar los ojos, verificar antes de tirar culpas que pueden resultar contraproducentes.
Vamos, se trata de buscar si no hay intereses de otros grupos o interesados con resentimientos vivos, los cuales pretendan dejarle fuera de la jugada, sin candidatura, igual debe de aplicarse en pedir aclaraciones a las autoridades correspondientes, no solo aclarar las cosas mediáticamente, si bien es verdad no tienen acceso a los archivos de la PGR si hay quienes pueden influir y filtrar la información en medios de comunicación nacional, porque si hay quien quiera tumbarle y éste debe saber que palo dado ni DIOS lo quita.
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