MAMAAÁ… ¿SE FUE LA LUZ?

Por Ernesto Parga Limón

“Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.”

¿Se fue la luz? -Sí hijo, otra vez -, contestaba mi mamá a mi aterida pregunta gritada a la mitad de la ducha en el friísimo baño de la casa en donde crecí, en un lugar de los altos de Jalisco cuyo nombre siempre quiero recordar. El baño se situaba afuera de las habitaciones, casi al fondo del patio, por fortuna la costumbre mandaba un solo baño a la semana; cada sábado.

A pesar de ser casi a diario, los cortes a la energía eléctrica suponían un fastidio que uno lamentaba por muy diversas causas, por ejemplo, en el día que hoy estoy recordando, en el radio sonaba la estación de música pop la HL de AM, que programaba un concurso entre los “tres grandes del momento”, Roberto Jordán, César Costa y Leo Dan; el concurso consistía en que el público llamaba por teléfono y cuando un artista conseguía 5 votos se tocaba su canción. Para animar a los radioescuchas, constantemente se daban breves adelantos de cada una de las canciones. En mi casa, claramente, no había teléfono y yo cruzaba los dedos haciendo changuitos para que ganara el artista que yo quería. En aquellos tiempos nada dependía de uno mismo.

¡Qué bueno que eso ya no pasa! Ahora ya no hay cortes, gracias a los sucesivos gobiernos neoliberales y trasformadores que hemos tenido en los últimos 20 años, eso ya es parte de la historia patria.

Pero entonces yo tenía 9 años, y no había YouTube ni Spotify, así era la vida y se podía vivirla. Todo aquello que nos gustaba generalmente imponía una espera para conseguirlo y esa espera, les aseguro, no garantizaba nada. El balón de futbol, el micro horno de juguete, el juego de Peteka, la muñeca que hablaba… quizá en Navidad o tal vez en Reyes. Desear y soñar eran en sí mismo ya la cara de la felicidad.

¡Mamá se fue la luz! -Qué si, qué quieres que yo haga, ni que fuera de la compañía-. Ni hablar. En realidad, quedarme a la mitad del baño no me molestaba tanto como el no saber cuál de los tres cantantes ganaría aquella contienda. La luz regresa y yo deseo que triunfe César Costa porque quiero oírle cantar:

-♫♫Una copa de vino guitarra y canción,

Andar los caminos a la buena de Dios

ya me lo tomé y el mundo parece distinto,

la lara la la♫♫-

Canción rítmica y que a mis 9 años me parecía enigmática. Antes de que la luz brillara por su ausencia, los tres cantantes iban empatados en cuatro votos así que, quizás, tendría que escuchar aquello de:

“♫♫ es otoño

las hojas de los árboles cubren el campo

el verano ya se fue ♫ ♫

No es que no me gustara, tenía su encanto, y Jordán era una estrella, pero prefería aquello de vino, camino y canción. De Leo Dan no recuerdo, 50 años después, con qué canción competía, probablemente con:

“♫ ♫Pero Raquel Raquel, déjame salir No seas mala Raquel No seas mala mi Raquelita♫ ♫”

Hoy ya no sucede esto, tenemos una CFE bien consolidada y gracias a Dios no dependemos del gas de Texas, por fortuna hemos tenido gobiernos muy conscientes que han invertido en nuestra independencia energética. Recuerdo cuando eso era apenas promesas de campaña.

¡Qué tiempos se vivían!

Creo que hoy, en pleno 2021, nadie resistiría unos apagones como aquellos de hasta 24 horas. Cualquier político se vería en muchos aprietos para justificar tamaño descuido, creo que, ni echarle la culpa a los gobiernos pasados le funcionaría. No, hoy la sociedad exige a sus gobiernos eficiencia.

¡Qué bueno que eso ya no pasa!! Da gusto saber que hemos avanzado, para eso sirven los recuerdos, para valorar lo que ahora tenemos.

Escucho en el radio, que metí de contrabando al baño, Ring, ring, la llamada decisiva, cruzo los dedos, mientras se escapa de mi cuerpo el jabón. El ganador es…

¡Mamaaá se fue la Luz otra vez!, -que sí muchacho cabezón-

– caliéntame un poco de agua para quitarme el jabón que me quedó-

Y en lo que llega mi mamá, imagino como será el mundo en el 2021, sin cortes de luz, ni de agua, el mismito paraíso, al tiempo que entono o mejor dicho desentono.

♫ ♫ “A mí no me cuenten penas ni me hablen de sufrimientos yo quiero vivir cantando y andar sin rumbo como anda el viento.

Ser libre como las nubes que ruedan sin descansar querer como quiere el río que besa y besa y después se va

Un vaso de vino guitarra y canción

andar los caminos a la buena de Dios” ♫ ♫

¡Seguro esa ganó, no me queda la menor duda!

Y el paraíso… nos los siguen debiendo.