¿Por qué?

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Alejandro de Anda

LO CLARO. El observar problemas que atañen a la productividad y la manera de encontrar soluciones óptimas, es la base sustentada de la investigación científica.

En esta materia, la academia pone el énfasis que permite conjuntar esfuerzos teóricos y prácticos que se trasformen en estudios formales para adecuar esas soluciones.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas desarrolla un interesante estudio que busca defender al ganado bovino de enfermedades que merman la productividad y que son transmisoras de enfermedades debido a los parásitos que les atacan. La garrapata es un animal dañino que parasita el desarrollo de estos cárnicos que son sustento del ser humano.

El estudio en cuestión, permite generar desde las proteínas del mismo animal – la garrapata- los elementos que se puedan convertir en una vacuna que se suministre al ganado y le permita generar anticuerpos que le liberen de este bicho y genera respuesta inmunitaria en el ganado.

Buenas propuestas que permiten calidad de vida al ciclo de vida bovino y por supuesto humano.

LO OSCURO. ¿Por qué razón una banqueta para caminar mide 1.20m de ancho? La historia y la ergonomía adaptada a la comodidad de la vida humana establece que la vía de tránsito peatonal –desde la adopción del modernismo español- observaba que los andadores de peatones debían ser en dos sentidos y que el ancho del cuerpo humano fluctúa a los 50cm de hombro a hombro.

Las antiguas banquetas tenían un mínimo de 1.50m en su arroyo más el ancho del cordón que le contiene y separa de la vía vehicular. De esta manera, el ‘braceo’ y acompañamiento de menores se puede dar con facilidad.

Las carreteras, calles y avenidas miden en cada carril para vehículos, 3.50m de ancho en todo el planeta. La razón: los carros y vehículos de pasajeros están adaptados para transportar hasta un máximo de 4 personas en hilera, como lo hacen los autobuses de pasajeros.

Y a esta descripción agregamos que su estandarización en medida entre ejes de llantas es de origen de Inglaterra, tendremos que aquellos han utilizado esas medidas básicas copiadas de los trenes –con iguales dimensiones- y todos, copiados de las carreteras romanas. Del imperio gladiador.

De esta forma, hablamos que la ergonomía y la adaptabilidad al bienestar humano es la más trascendente de las encomiendas de los avances tecnológicos.

Por eso hacemos un pequeño contraste respecto de las políticas públicas que se encuentran hoy sobre la mesa y con expectativas de gran calado.

La Ley Silla fue impulsada a través del Senado de la República en febrero del presente año. Y tiene como sentido el observar como requisito indispensable el brindar a todos los empleados, independientemente de la actividad económica que desarrollen, la posibilidad de contar con un asiento que le permita descansos a intervalos de su desempeño, en un lugar con respaldo adaptado a la comodidad necesaria para el cuerpo humano.

Dependientes, despachadores, trabajadores de maquila, carniceros, demostradores de artículos y cuantas otras ramas más que, a pesar de considerarse un derecho obvio necesario para reponer energías en jornadas tediosas de ocho horas continuas, se suponía su inclusión.

Sin embargo, debió formularse mediante reformas a la Ley federal de Trabajo la imposición a patrones respecto de esta humana nueva Ley.

En esta entrega estamos hablando del confort y del bienestar humano, respecto del acompañamiento del rector gubernamental y la universalidad de su aplicación.

Así le damos espacio a un factor bueno, que genera confianza a los que reciben el beneficio pero que quizá no jala parejo la cobija.

El salario mínimo en México.

Era un gran pendiente hacia la población en general, el darle un valor real apreciado –como el que aún no se da por ejemplo a los valores catastrales- al sustento familiar.

En 2016, tiempos de la aún manifiesta bonanza del partido de tres colores en el poder, se situaba en 73.04 pesos diarios. Integrado.

En 2018, a la llegada del opositor AMLO, alcanzaba su máximo histórico de 88.36. donde los incrementos del 3 y 4% anuales dejaban de ser el factor a evaluar como se hacían año tras año.

Para 2020 se ubicaba en 123.22; en 2022 172.87 y en 2023 superaba la barrera de los 200 pesos. 207 era la buena noticia.

El sector productivo con reservas, pero con las expectativas colocadas en un futuro prospectivo de impulso y progreso, compraron el darle sentido al salario mínimo en la intencionalidad que ya se practicaba sin integrarlo en un registro ante el IMSS, derivado del alto costo que le significa al pequeño comerciante el hacerlo ‘socio’ al recaudador y asegurador que vigila la protección al trabajador.
Entonces la promesa de 2025 de un sueldo mínimo de 278.80 pesos diarios, no es quizá un buen indicador de generación de riqueza, pues el obligar a un tablajero, un voceador, vulcanizador, al ‘hombre imprenta’ a mantener un par de empleados con esas observaciones, le obliga a trabajar en la informalidad o hacer el trabajo por sí mismo. Sin generar empleos.

¿Por qué mencionar a ese espectro de empleadores? Por ser la principal fuente empleadora del país. La que genera más del 73% de los empleos registrados en el Seguro Social.

Porque a pesar de que en un periodo de cuatro años nacieron más de 1.4 millones de nuevas micro empresas, en el mismo periodo murieron (cerraron para siempre) más de 1.8 millones de negocios establecidos.

Focos rojos… hay que encontrar una justa media que permita dignificar el trabajo, pero que no extinga a los que lo crean.

No todo es por decreto.

COLOFÓN: Para llegar a la integración del salario, consideran como un factor trascendente el PIB de México. Es decir, la suma de todos los factores de producción dividida entre los habitantes en total. Lo que usted y yo producimos y ganamos. Lo que Slim, Salinas Pliego, Azcárraga ganan. Van en la misma bolsa de ganancia de usted y del resto de 130 millones de mexicanos.
Quisiéramos ser considerados en el aguinaldo que los susodichos perciben…

alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro