Fue un sexenio de sangre, las cifras oficiales de los caídos no existen pero en los periódicos se han contabilizado de 60 a 70 mil muertos, algunos políticos con más capacidad de agenciarse información han dicho que la cifra puede llegar a los 80 mil y un análisis realizado por el periódico francés Le Mond da la certeza de que fueron 120 mil asesinatos, muchos más que en cualquier guerra convencional registrada en el mundo.
En su defensa lo único que alega Felipe Calderón es que la guerra contra la delincuencia era necesaria y que la va ganando, que fue bien valiente, que le entró como nadie se había atrevido ni siquiera Vicente Fox a quien también calificó como tibio en su lucha contra el narcotráfico.
Lo triste es que los asesinados, secuestrados, levantados, no solo fueron delincuentes, también sufrieron empresarios, padres de familia que tuvieron la mala suerte de ver caer a sus hijos por un error, o por un daño colateral como lo dijo el borrachín, maestros, periodistas, madres de familia que intentaron proteger lo suyo, hasta clientes de algunos negocios en busca de diversión o comprar para cubrir sus necesidades y que nada tenían que ver con la delincuencia.
Los otros no duelen, o mejor dicho, se sienten menos, los delincuentes que cayeron, los policías, militares, marinos o federales que murieron sabían que era parte de los riesgos de trabajo, algunos cayeron por amor a la patria, para defender nuestra libertad y hay que rendirles tributo, otros por simple complicidad y a esos hay que descubrirlos.
Todavía más, los muertos son pocos para los millones de jovencitos que casi fueron enterrados en vida, las muchachas que no podían salir ni a la tienda, los niños que tenían que ser resguardados, las empresas que tuvieron que cerrar, los microbuses que no circulan de noche, ese es el saldo de la administración de Felipe Calderón, un país secuestrado, un Estado fallido.
No, no tienen razón las quejas del presidente de que no había formas y tenían que entrarle, por supuesto que existen alternativas a la estrategia que se siguió, se trataba solo de profesionalizar las policías, al ejército, la marina, adiestrarlos en labores de inteligencia, que pudieran combatir al crimen de la mejor manera, no con enfrentamientos en las calles que dejaron muchos daños a inocentes sino con acciones quirúrgicas, extirpando solo lo malo.
En el mensaje de fin de sexenio Felipe Calderón afirma que se dejó una policía confiable, las bases para que su trabajo se note en los próximos años y se vea que tenía razón, quizá el asunto de Tres Marías donde un grupo de policías atentaron contra la vida de instructores gringos sea el ejemplo claro de su mentira.
Además de muchos muertos en el saldo de esta administración también se puede contar el índice de desempleo más alto de todos los tiempos, alrededor de 52 millones de personas viviendo en la pobreza extrema que significa no tienen nada que comer, también deja la electricidad, la gasolina y el gas mucho más caros que nunca, y por si ellos fuera poco, altos niveles de corrupción, quizá más grandes que cuando gobernó el PRI.
Felipe Calderón no se dio cuenta de esos datos, al contrario, ayer dibujo un mundo feliz ante unos 2 mil invitados a su fiesta de Sexto Informe de Gobierno, dijo que no había inflación, que hubo muchos empleos, que las reservas de dinero son las más altas que tiene este país, en parte le damos la razón, no hubo una inflación desmedida hasta ahora que el kilo de huevo vale como 40 pesos, o que la gasolina esta a más de 11 pesos el litro.
De las reservas no sabemos, lo único de lo que tenemos constancia es que hay más pobres, y que muchas de las personas que nos rodean no traen un peso en la bolsa para gastar, nomás por citar datos.
Afortunadamente se acabó este sexenio, es obvio que el próximo no podrá resolver los problemas de la noche a la mañana, porque además encontrará todo desmantelado, pero ya lo peor ha pasado.
Terminator, con ese mote puede terminar el sexenio Felipe Calderón, y se equivoca si cree que el mote le sentaría bien por los60 mil, o los 120 mil, muertos que son muchos más que los caídos en cualquier guerra convencional del mundo, no, no es por ello o solo en parte en la que corresponde a los hombres, mujeres, niños y niñas decentes que perdieron la vida por su mala suerte o porque se querían divertir, y El Terminator se lo merece por algo más grave, es al recordar que la pobreza que genero mando a muchos jóvenes al matadero, a otros los condenó a vivir encerrados o bajo un toque de queda que les obligaba a estar en su casa a las ocho de la noche, ese es su peor delito, y por esa razón merece ser recordado como el peor presidente de los últimos años.
El postre… Los cambios en la estructura gubernamental de Tamaulipas siguen, ayer se incorporó Gabriel de la Garza como Subsecretario de Salud, es bueno que aterrice en esa dependencia un político, más por la insensibilidad que se siente en muchos hospitales.
Seguirán los cambios, todavía quedan algunas dependencias sin jefes, y todavía falta la incorporación de personajes que sepan hacer más política, y eso es bueno siempre y cuando puedan aliarse con los que saben de trabajo de escritorio, que puedan unir fuerzas.
Le explicó, los de los números solo saben de dinero, no les importa a quienes dañan o a quienes benefician, mientras los políticos tienen ambiciones y saben que entre más se ayude a la población pobre más posibilidades de éxito tendrán.
Cierto, quizá sea una mala práctica, quizá eso dañe la equidad en los procesos políticos que se avecinan, y habrá que encontrar las formas de equilibrar, pero de eso a dejar que la gente sufra porque no puede curarse o porque no tiene que comer, pues mejor el riesgo, porque además no hay mejor forma de garantizar el éxito que poniendo a trabajar a quienes aspiran a algo.
Le dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también para que nos exprese su opinión están las cuentas de correo electrónico y de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com