La vida da muchas vueltas y algunos piensan que mintiendo ganan, yo no soy de esos, quienes me conocen saben que toda la vida he sido congruente en mis acciones con mi forma de pensar.
A muchos no les gusta, pero a mis casi 59 años de edad no pienso cambiar ni mi educación ni mis ideales.
Podrán decir lo que quieran, la última palabra la tienen las autoridades ante quienes he comparecido por una denuncia absurda que solo la investigación profesional dilucidará.
Por ello me he visto en la necesidad de renunciar a mi cargo en el Ayuntamiento de Reynosa, pues no quiero que mañana o pasado digan que fui favorecido por ser funcionario público.
Desde la posición de ciudadano común, habré de enfrentar la acusación sin fundamento y confío tanto en la ley y en la justicia, que no temo ser víctima de nadie.
El tiempo dirá quién tiene la razón, a partir de hoy me dedicaré a mi oficio, pues no me puedo dar el lujo de vivir sin trabajar, pero también le dedicaré tiempo a mis preferencias políticas, pues eso no está vedado para quienes desde el análisis y la opinión, podemos influir en el ánimo de una sociedad que quiere y desea lo mejor para su futuro.
Agradezco al Presidente Municipal de Reynosa, Pepe Elías Leal, el que me haya aceptado la renuncia, ya que esto me permitirá aportar las pruebas necesarias, sin manchar el nombre del gobierno de la ciudad que siempre me ha tratado con cariño y con respeto.
No dejo de pensar que todo este affaire tenga trasfondo político, esto, por la simple deducción de que en política nada es fortuito, pero espero en Dios que el resultado le dé la oportunidad a todos los que me señalaron sin elementos, de que tengan que corregir sus colaboraciones con el argumento sólido de un documento legal basado en la investigación de las autoridades respectivas.
No me asusta comparecer, ya en otras ocasiones he sido indiciado sin respaldo y en todas ellas he salido airoso, porque la verdad sale a flote aun a pesar de los que sin argumentos, dan vuelo a campañas de linchamiento mediático.
Quiero agradecer a aquellos que en solidaridad han expresado su punto de vista, a quienes se han acercado para preguntar y a quienes se han preocupado por mí.
De algo si estoy seguro, uno a uno caerán los señalamientos injustos y todos aquellos que se atrevieron a juzgar anticipadamente, tendrán la oportunidad de festinar la sentencia o tendrán que disculparse con sus lectores en caso de resultar inocente, prejuzgar no es válido cuando se tiene el compromiso de informar.
No soy reportero pero reporto todo lo que veo, no soy analista pero desmenuzo el pensamiento ajeno, pero si soy periodista pues periódicamente escribo. Conozco y respeto la libertad de expresión, pero también se lo que significa el derecho de réplica y esperaré con paciencia el resultado de la indagatoria para poder exigir a quienes se atrevieron a manchar mi nombre.
Mucho trabajo me espera y estoy preparado para ello, porque sé que quienes me conocen, saben que YO NO AMENAZO.