CD. VICTORIA, Tamaulipas.- Con la convicción de que el suicidio es prevenible, que no existen causas que lo justifiquen y que se debe sensibilizar a la población para evitarlos, la Secretaría de Salud del estado tiene a disposición de los tamaulipecos una serie de servicios oportunos y gratuitos en las 12 jurisdicciones sanitarias, para ayudar e informar a las personas vulnerables o en riesgo suicida.
Norberto Treviño García Manzo, secretario de Salud, dio a conocer que el gobierno de Egidio Torre Cantú intensificó sus acciones para hacer frente a este problema de salud pública, que aún y cuando ubica a Tamaulipas por debajo de la media nacional, su prevención representa uno de los objetivos prioritarios de la estrategia “Familias Saludables”.
“Buscar ayuda nos hace más fuertes” refirió el funcionario luego de señalar que Tamaulipas cuenta con infraestructura y profesionales distribuidos en 44 módulos de salud mental ubicados en Centros de Salud Urbanos y Suburbanos, 61 Unidades en hospitales generales, 2 Unidades de Especialidades Médicas-Centros Integrales de Salud Mental (UNEME CISAME) y 2 hospitales psiquiátricos para apoyar a la población.
Destacó que la importancia de estas acciones radica en la prevención, la identificación oportuna de signos de alerta, factores de riesgo y protección para detectar en si mismos o en otras personas el riesgo suicida, particularmente en individuos jóvenes.
El suicidio es un hecho complejo multideterminado con características de ser un acto voluntario que realiza la persona con la conciencia y propósito de quitarse la vida, que no ocurre por impulso, sino por una decisión pensada, analizada, desechada y retomada en múltiples ocasiones para poner fin a una vida, gobernada por una existencia infeliz.
Treviño García Manzo pidió a los tamaulipecos acudir a su unidad de salud y solicitar orientación al respecto para eliminar los mitos, acción que constituye una de las primeras y más importantes estrategias para la prevención del suicidio.
Y es que se ha comprobado factores que pueden terminar con mitos, entre ellos, hablar abiertamente sobre suicidio con una persona en riesgo, reduce el peligro de llevarlo a cabo; de cada diez personas que se quitaron la vida, nueve avisaron con claridad sobre sus intenciones; no necesariamente hay que padecer un trastorno mental para realizar una conducta suicida; todo suicida presenta una ambivalencia: ganas de morir y de vivir al mismo tiempo. A la fecha no se ha encontrado ningún gen del suicidio.
De ahí la importancia de conjuntar esfuerzos interinstitucionales para crear conciencia entre la población, facilitar factores de protección como el acceso a clínicas y atención especializada, propiciar las conexiones solidas entre las familias, visiones culturales y religiosas que desalienten el suicidio y promuevan la auto-preservación, por mencionar algunos.
Los factores de riesgo que deben conocerse son, entre los más importantes, los duelos secundarios al abuso de sustancias, desesperanza, tendencias agresivas e impulsivas, historia de trauma o abuso, enfermedades crónicas degenerativas, intentos previos de suicidio, historia familiar de suicidio, pérdidas familiares, financieras o de empleo, aislamiento y falta de apoyo social.