Abundan las sonrisas…

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Disfrazados de políticos más de mil tamaulipecos recorren las calles, hablan, se portan, y hasta sonríen diferente a los días en que no buscaban el voto, nada se parecen a los que fueron en aquellos tiempos que no hacían otra cosa que cobrar con singular alegría sus respectivas dietas en los cabildos, el Congreso, o por estar detrás de un escritorio.

Muy pocos de esos hombres y mujeres valen la pena o llegan a tener compromiso con la sociedad, otros, aunque no sirvan para nada, también van a ganar en las elecciones del domingo 7, pero, para alivio de Tamaulipas, solo uno por cada municipio llegará a ser alcalde, le sumamos los 36 diputados, y no olvide a los regidores y síndicos que también nos cuestan, y mucho, porque la gran mayoría de plano se sienten figuras de ornato y no hacen nada por su gente, a veces, ni siquiera por ellos.

No hace muchos días en una discusión de café casi llegan a la conclusión de que el daño en la política es irreversible, que todo aquel que es tocado por el presupuesto o le dejan donde hay irremediablemente tenderá a la corrupción, o por lo menos, la gran mayoría se hará flojo y cobrara por no hacer nada.

Ejemplos sobraron, de hombres y mujeres que tienen años viviendo de la política, o como políticos, cuando en realidad nunca han sido capaces de buscar el bien común, nada se encuentra en sus historiales a favor de la gente, más bien se han enriquecido a la sombra del poder y ya.

Y sin embargo estoy cierto que las cosas pueden cambiar, pero todo será al ritmo que la población diga, como vayan presionando los actores sociales para que sus autoridades cada vez se vayan apegando más a las leyes y realizar sus funciones.

Primer paso, desde luego, es reformar la Constitución, los códigos electorales, y otra leyes para ir haciendo más rigurosos los requisitos de elegibilidad para los candidatos a los puestos de elección popular, como a los policías, ya es tiempo de someter a pruebas de confianza, a exámenes de conocimientos básicos, y a presentar una propuesta de trabajo para los tres, seis, o los años para los que vayan a ser electos como alcaldes, regidor, diputado, o un gobernador, pero además, dejar clara la obligación de presentar resultados cada determinado tiempo y justificar los mismos.

Desde luego, le hablo de los que vayan a ser titulares, pero más de sus suplentes, hay que garantizar que no se irá inventando sobre la marcha, o que algunos se conviertan en los modernos juanitos tamaulipecos.

Porque además, estoy cierto que todos los ciudadanos, y más los que hacen bien las cosas, tienen derecho a tener ambiciones políticas, a prepararse para un cargo superior, a trabajar con la gente para que le den el voto de confianza cuando sea necesario, así, si los regidores quieren ser diputados, o los diputados alcaldes, o los alcaldes legislar, o ser gobernadores, pues adelante, que su trabajo sea la tarjeta de presentación o el motivo por el que la gente los respalde o los mande al cesto de la basura política.

Es verdad, no es nada sano empezar a encuadrar con leyes a rajatabla a los políticos, pero por la buena no se ha logrado congruencia, no se han puesto a trabajar nomás por el puro interés supremo que es el pueblo, la ciudad que nos ve nacer, el Estado que nos cobija, o la patria que nos hace sentirnos orgullosos.

Entonces se trata de buscar a los mejores y tener un mínimo de garantías de que van a hacer cosas buenas, mire… por ejemplo, ayer el Cabildo de Victoria sesionó y durante el desarrollo de dicho evento tres regidores se separaron del cargo, dos panistas y uno del PT.

La regidora Alma Edith Ramírez, busca ser diputada, con todo el respaldo que le da su trabajo, ha entendido que hay que hacer cosas buenas para que la gente le apoye y ha cumplido.

La Redigora Helga Ruth también quiere ser diputada del PAN, ha sido más polémica que de resultados, pero no hay duda que hace lo suyo.

El otro regidor que se separo del cargo fue Yepez, del PT, también quiere ser diputado, su problema es que la busca por un partido que odia el progreso, que, incluso, ha propuesto en el Congreso que se apruebe una ley que bautizaron como “antichapulines” y que no es otra cosa que frenar aspiraciones de políticos que quieran ser más antes de concluir sus encargos de elección popular, la congruencia, y si su partido la tiene, obligará a dejarlo fuera de la jugada.

El caso es que se trata de eso, de ir obligando a los políticos a ser mejores cada día para que con confianza se sometan al escrutinio popular…

Por ejemplo, en la misma sesión presentó su informe de labores la regidora Guadalupe Perea Almanza, una mujer hecha a base de esfuerzo, de trabajo, de rendir frutos, e incluso, cuando ha sido menospreciada o alejada de los reflectores por su partido, el PRI.

Es verdad, Lupita es amiga, leal a su partido y a sus convicciones, lo demuestra en los hechos, y el informe de ayer de su comisión de equidad de género en el cabildo dejo prueba fehaciente de ello.

Como lo ve, también hay cosas buenas que decir, políticos que no solo se disfrazan y hacen que abunden las sonrisas, sino que hacen su chamba, y eso es lo que debemos buscar, hasta sus últimas consecuencias.

En otras cosas… felicitar a nuestro amigo Alejandro Paz por que su portal, www.laexpresión.info cumple un año, dando primicias, informando, y sobre todo sirviendo a la comunidad, ayer, por ejemplo, dio cuenta de un presunto fraude de la hija de un diputado que se quiere quedar con terrenos de un ex líder del sindicato, Mario Santos Gómez, hombre que ya murió pero que acumuló tanta riqueza que ahora mismo sus deudos y demás todavía las andan peleando en los tribunales, igualito que siempre, esos benditos sindicatos que hacen brotar dinero por todas partes y que son desnudados, junto con otros saqueadores, por investigaciones como la que le menciono.

Les dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com

 

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