Por Carlos Ramírez
INDICADOR POLÍTICO
Si el rumbo político de Xóchitl carecía de un camino concreto, la fragmentación de todo el bloque opositor mantiene a la candidata Gálvez Ruiz en medio de un choque de intereses: los tres partidos coalicionistas van por su lado, el grupo Coparmex-Claudio X. ya se rompió, Felipe Calderón y Marko Cortés desgarran los huipiles y el bloque ideológico INE/Salinas/Nexos busca colocar a Lorenzo Córdova Vianello como la figura política contra Morena.
El problema de toda la pantanosa coalición opositora radica en el punto más importante del conflicto: la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz carece de liderazgo, no se deja conducir y su modo reactivo de hacer política le quita seriedad a su nominación.
Ante la incapacidad de administrar un proyecto dentro de la República, la candidata opositora encontró rutas de escape en el escenario internacional, pero está dominada por los intereses de la derecha mexicana articulada a la derecha internacional: la gira de Gálvez Ruiz a Estados Unidos quedó marcada por una imagen de entreguismo a los intereses de seguridad nacional del conservadurismo estadounidense y la fugaz gira a España fue utilizada como disfraz sólo para el encuentro de la candidata Xóchitl con el expresidente autoexiliado Felipe Calderón Hinojosa.
Al escenario político electoral le restan tres semanas y los tres candidatos ya perfilaron posicionamientos: Claudia Sheinbaum Pardo está dedicada articular los grupos políticos y sociales para su proyecto de gobierno a través de la consolidación de la hegemonía lopezobradorista, Gálvez Ruiz anda de tumbo en tumbo y sin un proyecto coherente y sólo le queda pepenarse del saco de Calderón para cuando menos mantener su baja tendencia de votos y Movimiento Ciudadano camina de manera inevitable al precipicio político y al desmoronamiento de la figura y liderazgo –cualquier cosa que esto signifique– de un Dante Delgado Rannauro fuera de las áreas de poder.
Las campañas presidenciales formales comenzarán en tres semanas, pero desde ahora el punto de partida se percibe con claridad en la tendencia de las encuestas y sondeos de los últimos seis meses: Sheinbaum como candidata de la continuidad de gobierno y de la hegemonía lopezobradorista, Gálvez Ruiz sin capacidad política para liderar una propuesta opositora y Jorge Alvarez Máynez de brindis en brindis y poniendo en riesgo alcaldía de Monterrey y al grupo del gobernador Samuel García Sepúlveda.
Los cuatro meses de noviembre a febrero marcaron como prioridad política la necesidad de que la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz madurara su candidatura con profesionalismo político, pero su inmadurez, frivolidad y falta de un proyecto de liderazgo real la dejaron estancada en el segundo lugar en las encuestas y con la única posibilidad de reacomodar tendencias en el desplazamiento del candidato de MC para que la campaña se polarice solo entre dos aspirantes.
Ante la ruptura PAN-Coparmex-Claudio X. y el efecto ancla –inmovilizar y hundir expectativas– de la fotografía Xóchitl-Calderón, la coalición opositora tratará de aprovechar el impulso del bloque político INE-Salinas-Nexos en la figura de Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del INE, ahora en versión de jilguero político de plazuelas con su participación como orador único en la marcha que no alcanza a estructurarse para el próximo 18 de febrero y que vincularía la pareja política Xóchitl-Córdova como nuevo pivote de la coalición opositora de la derecha ideológica.
Las frustradas y desangeladas giras de Gálvez Ruiz a Estados Unidos y España exhibieron la falta de una estrategia política de la oposición para internacionalizar las elecciones presidenciales. Los demócratas del Gobierno de Biden le hicieron un vacío, los republicanos de Trump ni la tomaron en cuenta y la derecha Partido Popular-Vox-el Yunque de España no se interesó en realidad en Xóchitl, los que demostró que el expresidente Calderón sólo está asilado en España y no ha logrado introducirse en el espacio ideológico de la democracia cristiana internacional.
La última oportunidad que le queda a Xóchitl Gálvez Ruiz para marcar un nuevo punto de inicio de su campaña presidencial será el resultado que puede obtenerse el próximo domingo en la marcha-discurso de Córdova Vianello, pero con datos fríos y duros de que el exconsejero presidente del INE basaba su neurosis del micrófono y su espacio mediático en el cargo institucional y que el desempleo y estridencia de sus pasiones no le alcanzará para rearmar el bloque salinista.
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Política para dummies: la política se teje con la política.
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