Cuando en automático creemos que las cosas pueden resultar bien y sin contratiempos pero no salen como lo tenemos previsto odiamos que nos digan esa horrible frase de “te lo dije”, la sentimos como una ofensa, como una burla a la capacidad e intelecto, pero duele más que sea realidad.
A nadie le gusta que le marquen los errores, cuando se cometen fallas lo primero que se hace es buscar escusas, culpar a otros de las equivocaciones, no importa que de antemano sepamos que hicimos las cosas mal.
Pero en el pecado se lleva la penitencia aunque no se quiera cargar con la cruz, por eso es que los mexicanos día a día pagamos con creces nuestras equivocaciones aunque parece que seguimos sin aprender de los errores.
Es decir, a pesar del “te lo dije” se siguen cometiendo las mismas equivocaciones a la hora de elegir quien dirigirá los destinos de la nación o quienes tendrán en sus manos el poder de cambiar el rumbo del país disfrazados de representantes populares, hacemos referencia a los Senadores y Diputados.
La triste realidad llega con una decepción y con una voz interna que grita, “te lo dije”, en ese momento surge el juramento de nunca más dejarse llevar por la inercia, de analizar bien a quien se dará la confianza de gobernarnos… lo lamentable es que apenas llegan las campañas y nuevamente la confusión, el olvido a la convicción y de la promesa.
Hoy la frase “te lo dije” cobra vida, el Instituto Federal Electoral la toma como advertencia para que los mexicanos nos preparemos, hagamos conciencia con nuestro voto y contribuyamos a mejorar la tan cuestionada democracia de la nación.
Es responsabilidad de los mexicanos elegir buenos gobernantes, ¿pero como poder garantizar que si cumplirán, que no resultaran un fraude?, esta comprobado que el poder enloquece a los políticos, que sus ambiciones florecen en tierra fértil, donde esta llena de oportunidades de asaltar el presupuesto, es ahí cuando la corrupción es la semilla que germina con mayor facilidad.
La corrupción es la madre de todas las desgracias en nuestro país, comienza desde los procesos electorales, de la manera de hacer campaña de cada instituto político, el como llegan a utilizar a la gente necesitada para ganar contiendas prometiendo lo que jamás se cumple.
Una vez instalados y ya con esos antecedentes el resto es fácil, las instituciones electorales también caen en la corrupción para al final los gobiernos sean igual de cuestionados al grado que ya el pueblo no les cree.
Se ve que carecen de seriedad los políticos, que siempre actúan de acuerdo a como les ordenen no a como deben o piensan.
Por ejemplo, los consejeros electorales han dejado claro que carecen de calidad moral, que es más fuerte pare ellos la remuneración económica que reciban en algo que se puede calificar como pago por evento que el deber con la ciudadanía, en resumen, prostituyen la democracia.
La muestra es lo ocurrido en las elecciones pasadas donde el turismo electoral se manifestó en varias Entidades del país y Tamaulipas no quedo exento, en la elección local recordemos lo ocurrido con las diputaciones del Partido Acción Nacional y el caso de Rio Bravo, donde se tuvo que recurrir a las instancias federales para que las cosas tuvieran legalidad, dejando muy mal parados a todos los consejeros y magistrados, tirando la honorabilidad, si un día la tuvieron, de las instituciones electorales de la Entidad.
Ojala que para estas elecciones en la “renovación de consejeros” las cosas sean diferentes, que elijan personas que tengan respeto con las decisiones del pueblo y compromiso con la democracia, no de partidos políticos, es decir, que los que lleguen o continúen en el IETAM cumplan cabalmente, que no finjan y se dediquen a esperar la remuneración por los favores prestados a tal o cual personaje político.
A decir verdad se ve difícil, basta recordar la manera en que algunos aspirantes a permanecer de consejeros se condujeron a la hora de la entrevista con los diputados de la comisión, por ejemplo GARIELA BRAÑA CANO, quien lo hizo de manera irrespetuosa, les hablaba de tu, muy sobradita, y si de esa manera se dirige a un órgano colegiado que decidirá su permanencia, ¿cómo se puede tener confianza en que una persona como ella tenga respeto por las decisiones del pueblo?, ya dieron muestras de que no la tienen.
Con la actitud GABRIELA BRAÑA le hace pensar a la sociedad que todavía cree estar en el sexenio pasado cuando su marido y su cuñada, ROCIO PEREZ CANTU, tenían el poder y podían manejarse arbitrariamente.
En fin, el caso es que tal parece que el “te lo dije” solo será para el pueblo, que su única decisión es elegir por quien votar, el cómo actúen las instancias electorales y el congreso desde hoy estará en veremos.
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