La autopista 85 norte, que conecta Laredo, Texas y Nuevo Laredo, Tamaulipas, con la zona metropolitana de Monterrey, está viviendo un colapso diario que ya supera los ocho kilómetros de congestión vehicular, con afectaciones cada vez más amplias para sectores clave de la región.
El embotellamiento ocurre en sentido norte a sur, principalmente entre las 18:00 y 21:00 horas, cuando centenares de tráileres se incorporan al Libramiento Noreste para dirigirse hacia Saltillo, obstruyendo dos de los tres carriles disponibles.
¿Qué está en juego?
Cerca del 40% de las exportaciones de todo México hacia EE. UU. cruzan por Nuevo Laredo, según datos de la Secretaría de Economía.
Se estima que más de 14,000 camiones cruzan diariamente por el Puente del Comercio Mundial, de los cuales una parte significativa circula por esta autopista rumbo a Monterrey.
El Aeropuerto del Norte, que sirve como alternativa regional para viajeros y operaciones logísticas, reporta retrasos frecuentes por vehículos atrapados en la fila de acceso.
Las caravanas migrantes, con permisos o trámites en tránsito, también se ven detenidas por el cuello de botella vial, generando situaciones de vulnerabilidad en el trayecto.
Costos económicos y sociales
El Instituto Mexicano del Transporte (IMT) estima que por cada hora extra que un camión permanece detenido, se pierden entre $500 y $1,200 pesos en combustible, logística y mano de obra.
El colapso provoca retrasos de hasta 2 horas para automovilistas que viajan desde la frontera a Monterrey.
En temporada alta, los visitantes de Semana Santa y Fin de Año han reportado cancelaciones de vuelos, reservaciones y tours, debido al tráfico inesperado en la entrada a la ciudad.
Los tráileres tienen la opción de tomar el Periférico entre los kilómetros 18 y 19 para desviar su ruta y evitar el congestionamiento, pero muchos evitan esa vía para no pagar la caseta de peaje en Lincoln. El resultado: colapsan la autopista federal sin que exista regulación activa por parte de la Guardia Nacional, a pesar de estar dentro de su jurisdicción.
La magnitud del problema ha llegado a tal punto que pasajeros en vuelos comerciales han captado la fila interminable de camiones desde el aire, dejando en evidencia la falta de planeación urbana y de control vehicular en una de las vías más importantes del país.