Carta abierta
De todos es sabido que para las elecciones del próximo año, el PRI enfrenta un gran desafio dado los resultados de los pasados comicios en la entidad.
Es decir, va en desventaja.
Para garantizar el triunfo, necesita como primer paso nombrar en la dirigencia estatal a una persona con la capacidad probada de contender con exito. No puede improvisar, porque eso equivaldría por el lado que se le vea, a una derrota segura.
De todos los que han manifestado su deseo de ocupar la dirigencia estatal del PRI, solo algunos tienen eficacia electoral probada para ser ganadores de elecciones, los demás nunca han competido elecciones complicadas como las que se van a registrar en Tamaulipas para renovar alcaldías, diputaciones federales y senadurías, y a nivel nacional a la presidencia de la Republica.
Las aspiraciones, insistimos, de querer dirigir el carro priista en el Estado, son legítimas de todos, sin embargo, hay un personaje que tiene en su haber la estatura para hacerlo y que se ha mantenido en el ánimo de la gente.
Hablamos sin lugar a dudas de Oscar Luebbert Gutiérrez, dos veces alcalde de Reynosa en los trienios 1995-1998 y 2008-2010, ex diputado federal y también ha sido senador.
El político, reynosense de origen, tiene la experiencia necesaria para conducir el proceso electoral del partido tricolor para el 2018 y hacerlo competitivo para los priistas en el estado.
A pesar de que abiertamente no ha manifestado su deseo de participar con alguna candidatura, tiene la capacidad para armar cuadros competitivos para ganar.
Dentro de los aciertos que se le conocen está el hecho de ganar dos veces las elecciones desde la oposición y una la de senador, fue el único de mayoría en el norte del país, cuando Fox arraso en el norte.
Sin lugar a dudas, la dirigencia estatal le quedaría bien, el hombre puedo dirigir al PRI Tamaulipas para competir en las elecciones que se avecinan, sin interés, decimos, de participe en esos procesos como candidato.
De tal forma que, para ganar las elecciones del próximo ano, es necesario hacer mucha política y Luebbert tiene mucha madera de donde cortar.
El PRI está urgido de cuadros como probados ganadores de elecciones competidas y de dirigentes que no rayan en el protagonismo, pero eficaces para hacer que las cosas sucedan, como el caso de Oscar Lambert.
Esperamos que el camino se le pueda abrir y pueda llegar a ocupar esa responsabilidad tan importante para los tiempos del priismo actual.
Jesús Alejandro Valdez Zermeño
Nuevo Laredo, Tam