
La mayoría de los centroamericanos que arribaron a Laredo el martes por la noche, procedentes de Eagle Pass, ya se encuentran en otras ciudades, luego de haber conseguido los boletos del, pasaje que los llevaron a los lugares donde comparecerán ante un juez de inmigración, quien determinará si serán elegibles a la permanencia legal en los Estados Unidos, mediante el asilo humanitario.
De los inmigrantes que llegaron, gran parte se quedó en la sala de espera de dicha central de autobuses y otra parte recibió albergue en el Instituto Holding, en un tiempo de espera para poder viajar a los lugares donde también se encuentran sus familiares.
La salvadoreña Nubia del Carmen Meléndez, antes de viajar con su pequeña hija a Los Angeles, California, manifestó que tan pronto que recibió el dinero que le envió a su tío, compró los boletos para el autobús y viajará hacia aquella ciudad, donde el 5 de marzo primeramente se reportará con un «oficial en servicio» de ICE, quien le programa la cita con el magistrado que le toque, para solicitar oficialmente el asilo, esperando que se lo conceda.
«Yo sólo espero que Dios nos ayude, porque si me lo niegan (el asilo) no podré regresar a mi país, sería una muerte segura con las maras», dijo la inmigrante, quien junto con su niña durmió en los pasillos de la estación camionera.
Benjamín de la Garza, director de Caridades Católicas de la Diócesis de Laredo, dio a conocer que se espera la llegada de más grupos más pequeños de indocumentados a esta ciudad, procedentes de Eagle Pass, para lo cual se espera tener una mayor capacidad para darles albergue y comida, en otros centros que ya se están preparando.
Juan Rodriguez
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