La migración y deportación continúan registrando cifras altas a pesar de los riesgos y falta de economía
Pero en la actualidad, el mexicano ya no es tanto, sino los centroamericanos quienes están acaparando esta frontera.
Ciudadanos originarios de Honduras son lo que mayormente llegan a Nuevo Laredo buscando cruzar de manera ilegal a Estados Unidos para mejorar su calidad de vida, pero al no lograrlo se quedan varados en esta ciudad fronteriza.
Tan solo el año pasado, alrededor de 3 mil hondureños fueron atendidos en la casa del migrante Nazareth.
Jesús Manuel Reyes García, director de la Casa del Migrante, estima que esta temporada la cifra empiece a incrementar debido a que Centroamérica finalizó su temporada de cosecha, lo que significa que muchos se quedaron sin trabajo y es cuando optan por migrar.
“La mayor parte de las personas que nosotros atendemos de centroamericanos son especialmente Honduras, casi el año pasado fueron 3 mil personas solamente de Honduras, los otros números fueron un poquito más reducidos; ahorita vemos que se acabó la cosecha allá en Centroamérica y ellos vienen pues ahorita no tienen trabajo, no tienen oportunidades y vienen con ese deseo, con esa aspiración de llegar al norte”, mencionó.
Explicó que aproximadamente un 40% del total de los migrantes y deportados atendidos son centroamericanos, además que otros se hacen pasar como mexicanos para evitar ser retornados a su país de origen.
“Sesenta por ciento son deportados y 40% son centroamericanos. Los deportados son mexicanos pero hay más de uno que se hace pasar por mexicano, aunque sea centroamericano para que no lo manden a Centroamérica”, añadió Reyes García.
En lo que va del año, la casa del Migrante Nazareth ha atendido a más de mil 300 personas entre hombres y mujeres. “Ha disminuido en unas 100, 150 personas menos que el año pasado, pero estamos viendo grupos, números… como un día que fueron 52 en un solo día”, reveló.
Un 90% son hombres de entre 25 y 35 años de edad. Sin embargo, en deportación algunas personas rebasan los 50 años debido a que vivieron en Estados Unidos gran parte de su vida.
“Son gente productiva, gente fuerte, gente que va a trabajar a los Estados Unidos o que incluso viene siendo deportado, aunque dentro de los deportado encontramos también a veces personas de 55 y 60 años que ya han vivido toda una vida allá, 30 años allá y han sido deportados”, expresó.
El Mañana
