La Cruz Roja Mexicana, delegación Altamira, duró mucho tiempo de inoperante, pero ante el reciente cambio en la mesa directiva que hicieron sólo quedó una ambulancia como triste recuerdo.
Dicen quienes por necesidad se han atendido en dicha delegación, que los altos costo que origina el pedir ayuda a la Cruz Roja, han generado la fuga de posibles pacientes.
La gente humilde es la que más sufre los altos costos y culpa a quienes forman parte del patronato de esa situación a quienes les cuestionan qué han hecho con el dinero que han sacado de las colectas.
Se sabe que todo el dinero de las colectas lo envían para Tampico y desde allá nomás mandan migajas para Altamira.
En este sentido se comenta que nadie entiende porque la delegación de Tampico tiene demasiada injerencia en esta ciudad si nomás han venido a saquear a los altamirenses con sus famosas colectas, mientras que la Cruz Roja permanece cerrada.
Por otro lado Pedro Carrillo Estrada ha presentado oídos sordos antes los reclamos de la población que exige que reactiven la delegación de la Cruz Roja para que pueda prestar un servicio acorde a los tiempos actuales.
Pero no se encuentra respuesta porque a Pedro Carrillo no le interesa la salud de la población de Altamira, sólo el beneficio propio ya que su verdadero interés no es atajar las carencias de la población sino llevarse todo lo que pueda a pocos meses de dejar el poder, pues sabe que una vez que deje el “trono” lo más seguro es que la gente lo escupa.
Se sabe qué hace tiempo un reconocido galeno le presentó un proyecto con profesionistas de calidad con un perfil idóneo y Pedro Carrillo ni siquiera volteó a para verlo. De ese vuelo es la pobre calidad del edil altamirense.
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