A dos años de haber sido desarmados, los 130 elementos de la casi extinta Policía Metropolitana aseguran vivir en completa incertidumbre, pues esta semana sólo se les avisó que serían dados de baja a fin de esta quincena, pero aún había una lista de efectivos que estaban en proceso para realizar las evaluaciones de control y confianza.
Pasarán el que ellos piensan será su último día como policías trabajando en el operativo de Semana Santa en la playa, en el que participan desde el jueves.
Ellos no se quieren ir de la corporación, dicen, pero su falta de preparación académica los dejó fuera de la selección.
El 25 por ciento de los elementos que están por ser dados de baja son adultos mayores, algunos de ellos alcanzan la jubilación, pero está no ha tenido importante avance, sin que ellos mismos tengan conocimiento del por qué.
Milenio