WashingtonDos días le han durado los aranceles contra México a Donald Trump. El presidente de Estados Unidos ha anunciado que ha acordado con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aplazar un mes más las tarifas comerciales como un gesto de «cortesía». «He acordado que México no estará obligado a pagar aranceles para ningún producto incluido en el Acuerdo T-MEC», ha escrito Trump en un post de Truth Social. El T-MEC es el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México, que implantó el propio republicano en el 2020 en sustitución del NAFTA. La prórroga durará hasta el 2 de abril, la fecha en la que supuestamente deben entrar en vigor los aranceles recíprocos para todo el mundo.
«Nuestra relación ha sido muy buena, y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera, tanto para detener la entrada de inmigrantes ilegales en Estados Unidos como para frenar el tráfico de fentanilo. ¡Gracias a la presidenta Sheinbaum por su gran labor y cooperación!», ha escrito el presidente. Hace tan sólo dos días, justo cuando habían entrado en vigor las tarifas, Trump defendía en el Congreso los aranceles como la mejor forma de crear riqueza para el país. Las palabras eran unas, pero las acciones son otras.
Buena parte del producto fresco que se vende en los supermercados estadounidenses, como aguacates, fresas o tomates, proviene de México. En 2023 casi tres cuartas partes de las importaciones agrícolas estadounidenses de México eran verduras, frutas, bebidas y licores destilados, según el departamento de Agricultura de EE.UU. Se esperaba que el producto fresco –frutas y verduras– dada su rápida caducidad y la imposibilidad para almacenarlo durante mucho tiempo, fuera el primero en reflejar las consecuencias de la guerra comercial. Lo que significaba que los primeros en notar la subida de los precios serían los ciudadanos estadounidenses. Buena parte de las personas que votaron a Trump lo hicieron porque esperaban que bajara el coste de la cesta de la compra.
El mes de gracia no sólo es una manera de evitar el efecto inflacionista de los aranceles, sino también una herramienta de hacer la pinza en Canadá. Dentro de la triangulación EEUU, México y Canadá, parece que Quebec es quien está en peor posición. En reiteradas ocasiones Trump ha insistido en convertir Canadá en el estado 51. El martes, cuando entraron en vigor los aranceles, el primer ministro canadiense Justin Trudeau acusó al republicano de querer «colapsar la economía de Canadá para facilitar su anexión».
El aplazamiento de los aranceles del 25% para los productos mexicanos llega al día siguiente de que la Casa Blanca anunciara también una excepción para los vehículos importados de México y Canadá. La decisión se aplicó a raíz de la petición por parte de las tres grandes automovilísticas estadounidenses: Ford, General Motors y Stellantis.
Agencias