Altamira.- Dentro de la Isla de la Esperanza, ubicada en medio de la Laguna Champayán, frente a la palapa de la zona centro de Altamira, fueron localizadas ocho salamandras conocidas como “Boca de Hongo Pies Anchos” o tlaconete.
El descubrimiento de esta especie, que no es común en esta parte de la República Mexicana, lo realizó personal del área de Ecología y Medio Ambiente.
Estas ocho salamandras, cuyo nombre científico es Bolitoglossa platydactyla, pertenecen a la familia Plethodontidae. Su cuerpo presenta dos colores: la parte superior amarilla y la inferior negra. Así como una longitud de 10 y 15 centímetros.
Fueron encontradas el pasado 29 de julio, mientras realizaban labores de limpieza al interior de la Isla de la Esperanza, según el reporte emitido por la Dirección de Ecología y Medio Ambiente.
Su hábitat natural son los estados del sureste mexicano, vive en bosques húmedos tropicales o subtropicales de baja altitud, sabanas húmedas, plantaciones, jardines rurales y áreas urbanas, condiciones que no caracterizan a la zona sur de Tamaulipas, siendo más comunes en entidades del sureste.
“Estas salamandras fueron encontradas en medio de un humedal, con lirio acuático acumulado por la creciente del sistema lagunario Champayán registrada en julio del año pasado, la cual inundó gran parte de la Isla de la Esperanza. Esto ha sido una sorpresa para todos nosotros, por lo que procedimos a rescatarlas”, informó Karen Deliz Rivera García, integrante del equipo de biólogos de la Dirección de Ecología.
La especialista en conservación del medio ambiente en Altamira indicó que esta salamandra “se alimenta de insectos y ayuda al control de plagas que podrían afectar los cultivos. Muchas personas las matan al pensar que son venenosas o creer en mitos que se han originado con respecto a estos animales”, destacó Rivera García.
Agregó que la presencia de la salamandra Boca de Hongo Pies Anchos en territorio altamirense “tiene un gran mensaje para la ciudadanía: al aparecer este tipo de especies endémicas en nuestro sistema lagunario Champayán, nos indica que nuestro ecosistema es saludable y que como sociedad estamos trabajando en conservar el medio ambiente, lo cual es bueno para todos”.
El destino de estos ejemplares será objeto de investigación por parte de especialistas. Mientras tanto, se encuentran en una caja de plástico habilitada con agua, piedras, ramas y lirio acuático para simular su hábitat natural, y son alimentadas con insectos.
Por ahora, no están siendo exhibidas al público. “No descartamos que sigan apareciendo más ejemplares en esta zona del sistema lagunario, no solo en la Laguna del Champayán, sino también en la laguna del Chairel o en el vecino estado de Veracruz. La población no debe matarlas; son inofensivas y están en peligro de extinción, por lo que debemos cuidarlas”, añadió la entrevistada.
En 2017, a un costado del complejo administrativo, en una pequeña laguna, fue encontrada una salamandra de esta especie, pero no se le dio seguimiento.
“Invitamos a la población en general a que, si las llegan a encontrar, nos las reporten o las entreguen para su conservación. Son animales muy longevos que sobreviven por sí solos; sus únicos enemigos pueden ser las aves”, puntualizó Karen Deliz Rivera García.
Miguel Díaz



