Las alzas por arriba del treinta por ciento en el costo de los fletes presionan de nueva cuenta incrementos en los precios de perecederos como el huevo, hortalizas y frutas, así como de alimentos que son transportados de otras regiones.
Son los ajustes en los costos de gasolinas y diesel los que han generado que los transportistas suban el traslado de la mercancía, proyectando hacia arriba todos los precios, lo que repercute negativamente en el bolsillo de los consumidores.
Rubén Díaz González especificó que en el caso del huevo, no son los brotes de gripe aviar que han surgido en granjas de Guanajuato o Aguascalientes los que están presionado su incremento, sino el costo del transporte.
Ejemplificó que hasta la semana pasada el transporte de 14 toneladas de huevo de Tepatitlán, Jalisco, tenía un costo de 16 mil pesos, hoy oscila entre los 18 y los 22 mil pesos.
La aniquilada economía de los comerciantes no les permite absorber esos incrementos y necesariamente deben trasladarlos a la población, lamentó.
La política energética del Gobierno tiene un impacto negativo en los precios de los alimentos, los que seguirán a la alza en la misma medida que los combustibles, puntualizó.
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