HOUSTON.- La tormenta tropical Beryl azotó el lunes la costa de Texas, donde dejó a más de 2 millones de personas y negocios sin servicio eléctrico en el área metropolitana de Houston y desató intensos aguaceros que obligaron a realizar decenas de rescates acuáticos. El meteoro amenazaba con dejar un sendero de problemas en varios estados durante los próximos días. Por lo menos 3 personas murieron a causa de la tormenta en Texas.
Después de que tocó tierra como un huracán de categoría 1, Beryl se debilitó en cuestión de horas a tormenta tropical, un meteoro de mucha menor magnitud que el monstruo de categoría 5 que dejó muerte y devastación a su paso por México y el Caribe durante el fin de semana.
Pero los vientos y lluvias de Beryl aún eran lo suficientemente poderosos para derribar cientos de árboles tambaleantes debido a la saturación de la tierra, y dejaron decenas de vehículos varados en caminos inundados.
Al menos dos personas murieron después de que árboles cayeron en sus casas, y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus iniciales en inglés) señaló que los vientos dañinos e inundaciones repentinas continuarán a medida que Beryl avanza sobre tierra. Sin embargo, no se informó de momento sobre daños estructurales a gran escala. Una tercera persona, un empleado civil del Departamento de Policía de Houston, murió al quedar atrapado en las aguas de la inundación bajo un paso elevado de una autopista, informó el alcalde de Houston, John Whitmire.
Más de 2,2 millones de viviendas y negocios quedaron sin electricidad en la zona de Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, después del paso de Beryl, según la empresa CenterPoint Energy. Para muchos de los afectados, fue una experiencia demasiado conocida: Fuertes tormentas golpearon la zona apenas en mayo, dejando ocho muertos, a casi un millón de personas sin luz y varias calles inundadas.
Los residentes sin servicio eléctrico tras el paso de Beryl hacían lo que podían.
“En realidad no hemos dormido”, dijo Eva Costancio mientras veía al enorme árbol que había caído sobre el cableado eléctrico de su vecindario en Rosenberg, un suburbio de Houston. Costancio, de 67 años, dijo que llevaba varias horas sin luz y le preocupaba que la comida en su refrigerador se echara a perder.
“Tenemos problemas para conseguir comida y sería malo perder la que tenemos”, dijo.
Funcionarios de Houston y el condado de Harris señalaron que se enviarán cuadrillas para restaurar el servicio eléctrico en la zona lo más pronto posible, una prioridad urgente para las viviendas que también quedaron sin aire acondicionado a mitad del verano. Las temperaturas, que bajaron un poco con la llegada de la tormenta, subirían nuevamente a alrededor de 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) a partir del martes, según pronósticos.
“Si bien estas labores van a toda marcha, queremos que los residentes sepan y se preparen para pasar varios días sin luz”, dijeron autoridades de la ciudad de Galveston en un mensaje en Facebook. “Calculamos que el tiempo podría ir de las 72 horas a dos semanas en partes de la isla”.
Las lluvias de Beryl azotaron a Houston y otras zonas costeras el lunes, obligando a cerrar nuevamente calles en vecindarios que ya habían sido afectados por tormentas anteriores. Las cadenas de televisión transmitieron dramáticas escenas del rescate de un hombre que tuvo que subir al techo de su camioneta después de quedar atrapado en una torrente. Los rescatistas utilizaron la escalera extensible de un camión de bomberos para hacerle llegar un chaleco salvavidas y un arnés antes de llevarlo a terreno seco.
Las autoridades de Houston reportaban al menos 25 rescates acuáticos para la tarde del lunes, en su mayoría de personas cuyos vehículos quedaron varados en las inundaciones.
AP